Jefe de las Arvernos, héroe legendario de la Guerra de las Galias, fue, como su nombre indica en lengua celta, «Jeje de grandes guerreros». Logró reunir a su alrededor la mayor parte de los pueblos galos hasta entonces divididos en pueblos rivales, y dirigir unitariamente durante diez años la resistencia a las legiones de Julio César, que era entonces el mayor ejército del mundo, infligiendo un duro revés a César en Gergovia, antes de ser vencido en Alesia.
Cuando César invadió Galia en 58 A.C, el padre de Vercingétorix, Celtill, que se disponía a tomar el liderato de Galia contra los romanos, fue asesinado por la aristocracia arverna que sospechaba que quería hacerse con la corona. A su muerte, Vercingétorix siguió a los ejércitos de César como aliado durante seis años, antes de regresar a su pueblo al comenzar la primera rebelión gala en Cenabum (Orleans), en 52 A.C, una sublevación general que logró encabezar.
Vercingétorix
Su estrategia fue entonces evitar el enfrentamiento directo con las legiones del César y agotar al ejército romano mediante una política de tierra quemada. Pero cuando César, al fracasar en Gergovia, decidió cerrarse en la Narbonnaise, los galos cometieron el error de atacar al ejército romano en marcha hacia Dijon. Vercingétorix tuvo que retirarse hasta Alesia, donde, atrapado, después de dos meses de asedio, tiró sus armas a los pies de César. Murió seis años más tarde, estrangulado, en la cárcel subterránea de Tullianum, en Roma.