Cuenta la leyenda que hace miles de años, 32 seres extraterrestres representando a civilizaciones diferentes unidas bajo las fuerzas de la LUZ, vinieron a la Tierra para fundar el Gobierno Interno Positivo, buscando con ello salvar al hombre de las fuerzas oscuras que lo estaban extraviando, mediante la ignorancia y el engaño. La gran nave blanca de forma triangular se posó en el desierto de Gobi, en la Mongolia. La legendaria Shambhalla, Agharta y otras ciudades subterráneas evocan la Ciudad Matriz que en aquel entonces fundó la Jerarquía. Luego fueron los Sacerdotes Atlantes quienes asumieron la posta y, finalmente, será el hombre quien tome la responsabilidad de asumir su puesto como la civilización número 33.
Actualmente la Gran Hermandad Blanca rige el predominio positivo, espiritual y evolutivo en la Tierra y sus miembros guardan en sus archivos el conocimiento de la Humanidad, así como mantienen ocultos centros de enseñanza y de evolución espiritual en diferentes partes del mundo. Se encarga también de dirigir misiones de Humanidad desde la presencia Crística hasta la Misión Rahma y de mantener el equilibrio con fuerzas positivas para impedir la rápida destrucción de una humanidad saboteada por el enemigo oscuro.
La Gran Hermandad Blanca Universal trae consigo la evolución cósmica, traza el sendero perfectible, acompañando y aconsejando a todo aquel que se esfuerza, sacrificándose en seguirlo. Las Vestiduras Blancas designan en forma exterior a todos los que la conforman, pero sólo es una formalidad ya que nadie ve la evolución; la siente, y eso es suficiente.
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