Es muy normal que queramos ponernos en contacto con vosotros. Pero no os dais cuenta de ello por vuestras prisas. Hace tiempo de nuestros intentos, pero no os dais cuenta y esperamos el momento en el que os familiariceis con nosotras y así poder establecer el contacto y, a veces, una clara materialización…
Las hadas de las flores y las plantas, nos comunicamos a través del aroma. Si setíis una fragancia agradable por vuestro paso por el mundo, por el día a día, en un lugar que no toca, es nuestro llamado. En otras ocasiones, pueden ser sonidos como el crujir de la madera, de los muebles, campanas que no sabeis de dónde vienen….
Otra forma que tenemos de acerarnos a vosotros es en forma de animal. Así nos es más fácil, porque respetamos en suma manera a las personas respetuosas con cualquier ser vivo. Podemos camuflarnos como mariposas, libélulas, hormigas, abejas. Las brujas y magos elf@s, tomamos la forma de un ave o de un gato para acercarnos a los humanos, por lo que si tropiezas con uno de ellos de manera inusual puede ser que queramos darte un mensaje.
También podemos provocar cambios de temperatura, de luz… para comunicarnos con los humanos. O hacer que tengais la sensación de que os roza una telaraña en la cara. Podemos hacer que os desaparezcan cosas y que luego las recupereis de manera inexplicable… o podemos poner en vuestra mesa, o en la acera por la que transitais habitualmente, una piedra semi-preciosa o una pluma que no deberían estar ahí.
Las hadas familiares o hadas madrinas, se presentan como ancianos que se acercan a vosotras para solicitar vuestra ayuda. No debeís dudar: puede ser vuestro espíritu de la naturaleza, que quiere deciros algo.
Morganna, nunca olvides la forma en la que nos «re-conocimos»… El «re-encuentro» fue mágico e inevitable… Siepre velaré por tu alma… y es un gozo poder hacerlo.