En 1904 un arquitecto de Bristol, llamado Frederick Bligh Bond, fue elegido por la Iglesia de Inglaterra para supervisar las excavaciones efectuadas en las ruinas de la Abadía de Glastonbury. Aunque actualmente desacreditado debido a sus tendencias espiritualistas, fue quien descubrió las proporciones generadas por la Vesica Piscis en el diseño de la abadía.
Este antiguo emblema forma parte de lo que comúnmente se denomina geometría sagrada, una forma heterodoxa de esta disciplina matemática dedicada a interpretar la simbología oculta tras cada una de las diversas formas presentes en la Naturaleza.
Vesica Piscis representa un estado de equilibrio perfecto entre dos fuerzas iguales y, en el vocabulario alegórico de los geómetras de la antigüedad, era una imagen de los mundos compenetrados del Cielo y de la Tierra, el espíritu y la materia.
El lugar elegido por San Régulo fue un paraje llamado Ceinndghmonadh o Kinñmont, que posteriormente seria conocido como St. Andrews, en honor a los restos del apóstol que reposaron allí para siempre… o, al menos, ésa es la “historia oficial” defendida por las autoridades eclesiásticas que hicieron de esta pequeña villa el centro de la Iglesia católica en Escocia, construyendo la mayor catedral del país y una de las más importantes de toda Europa, cuyas ruinas aún impresionan al viajero que decide visitar tan grandioso lugar.
En 1997 Batchelor propuso una teoría revolucionaria sobre el verdadero origen del nombre de St. Andrews. Durante veinte años, Batchelor ha estudiado el paisaje de la ciudad y su entorno y ha postulado que la zona ha sido en los últimos 8.000 años un importante centro de culto y adoración.
Círculos de piedra, piedras erguidas solitarias, mojones, túmulos, fosos circulares e iglesias primitivas se reúnen en un corto perímetro de espacio, formando una de las líneas ley menos conocidas hasta la fecha.
Las ideas de Watkins han tenido numerosos seguidores, conocidos como los buscadores de líneas, y que sólo necesitan un mapa, un lápiz y una regla para llevar a cabo sus descubrimientos. Éste ha sido el caso de Batchelor, que ha mezclado la Arqueoastronomía y la geometría sagrada.
Según Batchelor, St. Andrews es el extremo de una línea ley que tiene como punto central una pequeña comunidad situada a pocos kilómetros, llamada Dunino. A lo largo de esta línea ha situado vados montículos artificiales, un círculo de piedra destruido en 1928, algunas piedras verticales y una colina llamada Dunino Law, que tradicionalmente se ha considerado como de origen natural, pero que Batchelor ha demostrado artificial.
Toda la zona es el resultado de la última era glacial, hace 18.000 años. La acción erosiva del hielo modificó la superficie rocosa inicial, dejando una topografía ondulante en la que destacaba la elevación correspondiente a Dunino Law.
Sólo las formas rocosas preglaciares, debido a su origen volcánico, pudieron resistir la acción erosiva, pero no es el caso de Dunino Law, pues no se ha hallado en su composición rocas volcánicas. Su existencia sólo se puede explicar atribuyéndola a un origen artificial, propio de cultos religiosos precristianos vinculados con la Luna tal y como se ha demostrado en otros lugares de Gran Bretaña.
Pero Batchelor no sólo ha encontrado una nueva línea ley, sino que ha querido demostrar que coincide con una de las diagonales de Vesica Piscis. Esta figura puede enmarcarse dentro de un rectángulo cuyos lados se obtienen trazando dos líneas que pasen por el centro de ambos círculos.
Las diagonales del rectángulo forman una cruz de San Andrés. De esta forma, tomando Dunino Law como centro de Vesica Piscis, se puede trazar una línea recta que coincide con diversos enclaves místicos y termina en las ruinas actuales de la catedral de St Andrews, siguiendo la trayectoria lunar ocurrida hace unos 6.000 años y que corresponde a una inclinación de 26º 34′.
Así, Batchelor enlaza con las teorías propuestas por otro eminente científico dedicado a estos temas, Alexander Thom, que durante años examinó cientos de lugares en Gran Bretaña y confirmó el interés de los constructores de megalitos en el movimiento lunar, especialmente en las posiciones extremas de la luna en sus cielos. Sus conclusiones se orientaban a la existencia de “sacerdotes-astrónomos’ en tiempos prehistóricos, y demostraban que un gran número de lugares megalíticos estaban orientados al Sol y a la Luna.
Todos estos cálculos matemáticos han llevado a Batchelor a elaborar una teoría donde se conjugan cultos neolíticos lunares, geometría sagrada, druidas y católicos para dar una interpretación de las verdaderas causas que motivaron a la Iglesia escocesa a “inventarse” la historia de San Andrés.
Druismo y cristianismo
Los inmediatos predecesores de los católicos de St. Andrews fueron los culdees, secta híbrida de cristianos celtas que llegó a la localidad era el siglo VI de nuestra era.
Se ha sugerido también que la palabra culdee significaba “desconocido”, del término gaélico cuilteach (“lugar oscuro”), en alusión a la posible llegada a Británica de refugiados de Judea, alrededor del 37 d.C. los cuidees han sido descritos como druidas cristianizados. Durante siglos, una forma diluida de druismo coexistió con el cristianismo hasta que la Iglesia católica impuso, finalmente, su autoridad absoluta. Para lograrlo, los dirigentes eclesiásticos pudieron incorporar parte de estas tradiciones paganas al ritual católico. Así surgió la leyenda de San Régulo y San Andrés.
Cuando las autoridades religiosas de Kinrimont confeccionaron la leyenda, utilizaron a un inexistente San Régulo, personaje del que no hay ninguna constancia histórica, como encargado de traer los restos de San Andrés. San Régulo viene del latín Regulus, traducido al inglés como St. Ruies.
Regulus procede de la raíz indoeuropeo reg o rect, que significa “línea recta”, mientras que Ruie significa regia. Según Batchelor, las autoridades cristianas eligieron la presencia de este santo como un juego de palabras que sugería un significado oculto: la línea recta señalada por el recorrido lunar que había marcado el asentamiento prehistórico, la línea recta que condujo a San Andrés hasta el lugar preciso, la zona que había sido centro de culto a lo largo de siglos y siglos.
Es más, los inicios de la actividad religiosa en los siglos VIII y IX se han hallado dentro del recinto catedralicio, alrededor de la torre de St. Ruies, situado en el alto de un acantilado y que coincide con la rama noroeste de la cruz de San Andrés inscrita en la figura geométrica Vesica Piscis.
El pescador de hombres
Tras la resurrección de su maestro, se trasladó a Grecia a predicar el Evangelio y allí fue muerto en una cruz en forma de X, que desde entonces tomó la denominación de Cruz de San Andrés. Los cristianos escoceses de los siglos X y XI reinterpretaron la geometría Vesica Piscis en términos de su propia mitología de San Andrés, el pescador de hombres que murió en la cruz, en alusión a la forma pisciforme representada por Vesica Piscis y su vinculación con las primeras comunidades cristianas, y a las diagonales generadas por su diseño en forma de X, que se identifican con la cruz en forma de aspa donde fue martirizado San Andrés.
Hacia 1144 Kinrimont comenzó a ser conocido como St. Andrews y las primeras representaciones de esta sede católica aparecen en el siglo XII, en el anverso del sello perteneciente al capítulo catedralicio. Este muestra un Vesica Piscis en el que hay una imagen de la Torre de St. Ruies, una cruz vertical y una cruz en aspa, bajo la cual se incorpora una Luna creciente, que puede sugerir la asociación entre las antiguas y las nuevas creencias.
En el siglo XII comenzó la construcción de la catedral de St. Andrews que, durante siglos, fue el mayor edificio construido en toda Escocia. Fue centro de peregrinación, pues la tradición mantuvo que allí se conservaban las reliquias del apóstol y mártir San Andrés, que con el tiempo se transformó en el Santo Patrón de Escocia. Las ruinas que se pueden visitar actualmente son los vestigios de este imponente edificio, destruido en 1559 con la llegada del protestantismo a tierras escocesas.
Según algunas creencias religiosas, la Vesica Piscis representaría lasegunda fase en la creación de la Semilla de la Vida, que fue creada por «el Creador»a través de la creación de un segundo octaedro esférico unido al primero. Se dice que la conciencia del Creador comenzó dentro de la primera esfera y haciendo un recorrido fuera de la superficie de esa esfera para crear la segunda.
Escribe en su obra, Recuerdos, sueños, pensamientos:
«En la superficie anterior de la piedra vi un círculo pequeño, como una especie de ojo que mirara. También esculpí esto en la piedra y en el centro coloqué un pequeño hombrecillo.
Era el muñequito que correspondía a la pupila del ojo, una especie de cabir o Telesforo de Esculapio. (…) Le dediqué un par de palabras que me vinieron a la mente durante el trabajo.
“El tiempo es un niño- juguetón como un niño – jugando al ajedrez – el reino del niño. Éste es Telesforo, que recorre las oscuras regiones de este cosmos y brilla como una estrella procedente de las profundidades.
Indica el camino hacia las puertas del sol y al país de los sueños.”
Estas palabras vinieron a mí, una tras otra, mientras estaba trabajando la piedra. (…) Como final coloqué bajo el versículo de Arnaldo de Vilanova las siguientes palabras en latín: “En recuerdo de su 75 aniversario C. G. Jung lo ha hecho y colocado en 1950 en acción de gracias”.»
Fuente: Geometría Sagrada.