Los dioses deseaban realizar una fiesta en la casa de Aeger, pero no podían conseguir la suficiente bebida ya que éste no disponía de un caldero lo suficientemente grande para preparar la cerveza. Pidió entonces a Thor que le buscara uno, pero nadie sabía dónde podría conseguirlo, entonces Tyr le dio la idea de trasladarse hasta el este del río Elivagar, cerca de las fronteras del cielo en donde habitaba Hymer, su padre, que poseía una caldera de una milla de profundidad. Ante las dudas de Thor, Tyr decidió acompañarlo para ayudarlo en la empresa que habían de acometer.
Entonces Thor tomó la apariencia de un muchacho y junto a Tyr viajaron hasta el palacio de Hymer. En cuanto llegaron, Tyr encontró a su abuela, una gigante de 900 pies, pero su madre que era una bella mujer les ofreció bebidas y les aconsejó que se escondieran bajo unas calderas, pues Hymer, su marido, era muy cruel con los extranjeros.
Cuando Hymer volvió de la pesca al anochecer, su mujer lo estaba esperando para comunicarle que su hijo estaba en casa y que lo acompañaba el enemigo de los gigantes, Thor, e indicó hacia donde estaban escondidos. El gigante hizo matar tres bueyes para ofrecerles una comida aunque no le agradaba la presencia de su enemigo.
A la mañana siguiente Thor observó que Hymer preparaba sus botas de pesca y le pidió acompañarlo, a lo que el gigante respondió que no, pero al insistir finalmente le dijo que buscara un cebo y fuera al bote, Thor fue donde estaba el rebaño y sacó el mejor toro de Hymer, le cortó la cabeza y volvió al bote, enseguida partieron, remaron mucho tiempo y al fin Hymer exclamó sorprendido por la fuerza de Thor, que si no se detenían estarían en peligro por la serpiente Midgard, no obstante el dios siguió remando mucho más tiempo.
Cuando se detuvieron, Hymer no tardó en pescar dos ballenas, Thor lanzó su caña con el cebo amarrado y logró engañar a la serpiente, la cual quedó prendida del anzuelo, Thor tiró tan fuerte que sus pies atravesaron el barco y llegaron al fondo del mar, desde ese momento Thor y la serpiente lucharon mientras ésta le arrojaba mares de veneno, Hymer en su espanto cogió un cuchillo cuando Thor blandía su martillo y cortó la cuerda de forma que la serpiente se sumergió en el mar nuevamente.
Al regresar al palacio, el gigante pidió a Thor que le demostrara nuevamente su fuerza, y le rogó que rompiera su vaso, Thor lo lanzó contra las columnas pero no se rompió, así que su amigo le dio el consejo de que lo tirara contra la frente de Hymer, pues era más dura que cualquier vaso, y así lo hizo Thor, el vaso se rompió y la frente del gigante quedó intacta.
Pero aún Thor debía sacar esa caldera fuera del palacio, con toda su fuerza tomó la caldera y la subió a su cabeza, mientras sus pies atravesaron el suelo de la sala, colocando la caldera sobre su hombro y blandiendo su martillo masacró a todos los gigantes. Así volvieron a la casa de Aeger, con la caldera necesaria para proveer de bebida a los dioses y poder celebrar su fiesta.