La Organización Mundial de la Salud define a la salud como el mejor estado de bienestar integral, físico, mental y social, que una persona pueda alcanzar y no solamente como la ausencia de enfermedades.
La salud integral es el equilibrio del funcionamiento orgánico y lo estético que se mantiene nuestro cuerpo.
Es el bienestar que toda persona debería perseguir: un equilibrio entre su cuerpo, su mente, su espiritu y sus relaciones sociales
La salud integral es la principal condición del desarrollo humano y lo cierto es que poco nos preocupamos por cuidarla, conservarla y potenciarla.
Se denomina Salud Integral, porque es el estado de bienestar ideal y solamente se logra cuando hay un equilibrio entre los factores físicos, biológicos, emocionales, mentales, espirituales y sociales, que permiten un adecuado crecimiento y desarrollo en todos los ámbitos de la vida.
La salud integral es el equilibrio del funcionamiento orgánico y lo estético que se mantiene nuestro cuerpo.
Es el bienestar que toda persona debería perseguir: un equilibrio entre su cuerpo, su mente, su espiritu y sus relaciones sociales
La salud integral es la principal condición del desarrollo humano y lo cierto es que poco nos preocupamos por cuidarla, conservarla y potenciarla.
Se denomina Salud Integral, porque es el estado de bienestar ideal y solamente se logra cuando hay un equilibrio entre los factores físicos, biológicos, emocionales, mentales, espirituales y sociales, que permiten un adecuado crecimiento y desarrollo en todos los ámbitos de la vida.
Es fundamental saber que cualquier consecuencia en la salud integral trasciende en todos los perímetros de la vida y afecta de forma física, mental y social.
La salud permite el desarrollo de las habilidades y capacidades que cada ser humano tiene, como persona individual y única y a pesar o a favor de las diferencias que existen entre cada uno.
La individualidad es uno de los factores que más peso tiene en la salud integral, ya que ninguna persona puede compararse a otra, cada uno ha crecido bajo diferentes circunstancias, ha tenido diferentes oportunidades, sus condiciones físicas son diferentes y sus reacciones físicas y emocionales a los factores ambientales, a los medicamentos y/o a los tratamientos médicos también lo son.
Sin embargo, y aunque cada persona, familia, comunidad otorga a la salud un valor diferente, para todos es claro que ella significa estar bien, verse bien, sentirse bien, actuar bien, ser productivos y relacionarse adecuadamente con los demás.
Afortunadamente en estos momentos podemos contar con mucha información sobre el cuidado de nuestra salud, sin embargo de nada sirve, si no la hacemos propia, es decir nos empoderamos o apoderamos de ella para hacerla nuestra.
La información nos da el poder de decidir y de actuar, ya que ninguna persona, de ningún medio, raza, edad, situación socioeconómica o religión está exenta de perderla.
Y es algo lo suficientemente serio como para que nos ocupemos de ello con responsabilidad y buen hacer… porque en ello nos va literalmente la vida. Si no nos cuidamos acabamos pagando una factura demasiado cara. Y no sólo es la alimentación (factor sumamente importante) sino, que también debemos ocuparnos de nuestra mente y alma… Es lo que nos enriquece y hace crecer el espíritu.
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