El Registro Akáshico es el Libro de la Vida, del que hablan las religiones, es la mente fotográfica de Dios (el que sea), hoy disponible para la Humanidad.
El mismo se encuentra en custodia de los seres de luz que se llaman Kumaras (Guardián), son los Guardianes del Registro Akáshico.
Acceder al Registro Akáshico nos permite recordar, sin pasar por la muerte, lo que hemos elegido antes de nacer, ya que por cuestiones de la personalidad y del diario vivir, lo olvidamos y quizás estamos haciendo todo lo contrario o nos encontramos perdidos en nuestra vida, cuando en realidad tenemos una misión que cumplir, un aprendizaje que hacer, patrones de conducta a superar y karma de otras vidas a cancelar, trasmutándolo.
Acceder a los Registros Akáshicos nos permite la sanacion akáshica y la dispensación del karma. Es la energía que baja del Registro Akáshico, desde el amor de los Maestros Ascendidos, para sanar el karma y apoyar a este ser en los procesos de ascensión y superación de pautas negativas, bloqueos energéticos, traumas, etc.
Al acceder a nuestros Registros Akáshicos, recordamos cómo canalizar a nuestros Guías y así tener una comunicación fluída con ellos.
Una vez que afianzamos nuestra relación con los Maestros de los Registros Akáshicos, estamos preparados para compartir esta información y abrir el campo de otra persona, para que en forma íntegra y cuidadosa puedamos guiar a quien nos consulta sobre los aspectos a trabajar para poder tener una vida plena y feliz.
Esta técnica nos permite estar en Paz y en Armonía con toda la Vida.
Todo es energía en el Universo. Esta energía vibra en diferentes frecuencias y dimensiones.
Estas dimensiones están configuradas por espacios infinitos donde existen mundos de otros niveles no materiales sino sutiles.
Ellos se llaman Tattwas y son los cinco elementos a través de los cuales se distribuye la Energía Planetaria: Tierra, Agua, Aire, Fuego y Akasha.
El único vehículo humano para alcanzar todos los niveles de frecuencias es el Alma, que es a su vez vehículo del Espíritu.
AKASHA es una palabra de origen sánscrito, que se utiliza para denominar un plano de la conciencia cósmica que actúa como archivo, en el cual se graban o registran todos los eventos, situaciones, pensamientos, emociones y acciones de un ser. Allí esta registrada toda la historia del planeta, asi como toda la historia personal de cada uno de nosotros. Se halla escrito el propósito en la Vida, asi como el programa de nuestro destino futuro según nuestro karma o aprendizaje.
Estas “memorias” revelan situaciones que en el presente ayudan a esclarecer el por qué de nuestras elecciones, experiencias de vida, vínculos, pues están formadas por una multitudinaria masa de información acumulada encarnación tras encarnación.
Cada uno de nosotros al desprendernos de la Fuente e ingresar en los diferentes planos de la materia, emitimos un sonido o tono propio. Este sonido, que tiene resonancia con nuestro nombre elegido en esta encarnación, es el que nos permite acceder a la información álmica individual.
El trabajo de Registros Akáshicos, hoy en día es de gran profundidad para aquellas personas que están dispuestas a “mirarse en el espejo del Alma” para remover, liberar y sanar todos los Acuerdos y Contratos Álmicos, muchas veces alojados en nuestra memoria celular, revisar las situaciones kármicas y conocer el propósito de nuestra vida para nuestro Mayor Bien y de todos los que nos rodean.
Ésto no tiene nada que ver con ninguna religión, es más una cuestión de física cuántica. No importa en qué Dios creamos, el acceso a nuestros Registros Akáshicos lo tenemos grabado en nuestro A.D.N.