- Color: rojo
- Elemento: fuego
- Sentido: olfato
- Expresión mental/ espiritual: supervivencia, confianza, estabilidad, poder
- Expresión corporal: glándulas suprarrenales, sistema circulatorio, sistema óseo, dientes, uñas, ano, colon, piernas y pies
- El primer chakra es nuestra raíz física, ancestral y vital. Está ubicado en la base del cóccix, entre el ano y los genitales, y su función en el cuerpo se relaciona con la fortaleza de los huesos, los dientes, las uñas, el intestino, las piernas y los pies. Constituye la energía primordial sobre la que desarrollan los otros chakras, pero esto tiene una manifestación psicológica, física y emocional, ya que de alguna manera el Muladhara chakra es el centro energético que nos provee la energía vital. Aquí reposa el kundalini, la energía cósmica de la que habla la tradición tántrica; y Sushumna, Ida y Pingala, los principales canales energéticos comienzan también en este punto, por lo que este primer chakra es el centro de los ciclos de energía sutil que la medicina yóguica identifica.
- Este chakra es el más cercano a nuestra naturaleza animal y tribal y el más alejado de nuestro ser trascendente, pero es tan bello como los más espirituales porque es nuestro ser más básico y su conexión con la tierra como proveedora de vida, fuerza y protección. Es además la pulsión que procura nuestra supervivencia, por lo que nos motiva a actuar, pero además nos da el fuego básico para funcionar día tras día, no solo como un latido primitivo, sino como la confianza y el calor cuerpo-mente de donde sale la capacidad de acción, la creatividad, la autoestima y motivación básicas. Es el aspecto que nos conduce a arraigarnos, a construir y a buscar la estabilidad.
- Por ser el impulso que nos da vida, seguridad ontológica y física, confianza y poder, es una parte fundamental de nuestro ser y tenerlo en cuenta es esencial para nuestro bienestar. Corresponde a esta energía nuestro bienestar físico, el estar conectados con la tierra y el entorno natural, así como con nuestro cuerpo como una manifestación de la tierra y escuchar sus necesidades. Su pulsión se conecta con nuestro ser corpóreo, primitivo y terrenal.
- El rojo que lo identifica corresponde al color de la energía más primitiva de la tierra y por tanto también de la vida que emana de ella. También es el color de la sangre. Nuestro plano más instintivo necesita del primer chakra para sentir que tiene techo, comida y vestido, pero además que su bienestar está asegurado. Esto tiene varias dimensiones además del bienestar físico, pues constituye el arraigo grupal que nos da un sentido de pertenencia, un lugar espacial y psicológico, y abarca además un plano de protección mental y emocional. Pero si nos adentramos en el aspecto físico, nos damos cuenta además que este bienestar se relaciona también con los ciclos y necesidades naturales del cuerpo para desarrollar su potencial y su vitalidad.
- Manifestación armoniosa
- En su versión expandida, este chakra nos traerá la sensación de abundancia y un impulso vitalidad fundamental. Digo sensación en el primer caso, porque las necesidades para este sentimiento de seguridad material son relativas a cada persona, de manera que la percepción de abundancia y de protección de la tierra varía de un individuo a otro. Una manifestación saludable de este chakra corresponde también a la sintonía con el cuerpo, que se ve reflejado en una buena alimentación, ejercicio, descanso adecuado y por ende a una buena salud, energía y fuerza esencial. Muladhara chakra mantiene nuestro sistema de defensas alto.
- También nos traerá una búsqueda de un ambiente y un estilo de vida ideal para el bienestar de cada uno y una compenetración con la vitalidad del entorno, así como de una fuerte conexión con la naturaleza. Cuando tenemos un primer chakra abierto nos cuidamos a nosotros y evitamos hacernos daño en todos los niveles, para cual se requiere un sutil instinto de supervivencia. También tendremos valor para enfrentar las vicisitudes de la vida y estabilidad ante los cambios en nuestros cimientos. Nos sentiremos seguros y protegidos emocional y físicamente de manera constante, así como en contacto y satisfechos con nuestro hogar, nuestro entorno social, nuestra elección de vida. Tendremos un sentido de la lealtad, pero sin aplacar nuestro desarollo personal. Es estar confiados en la vida, sentir la energía que emana a través nuestro y nos empodera.
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