La hipnosis es un estado mental o de un grupo de actitudes generadas a través de una disciplina llamada hipnotismo. Usualmente se compone de una serie de instrucciones y sugerencias preliminares. Dichas sugestiones pueden ser generadas por un hipnotizador o pueden ser autoadministradas (autosugestión o sugestión autohipnótica). El uso de la hipnosis con fines terapéuticos se conoce como hipnoterapia.
A pesar de los malos entendidos divulgados por los magos de teatro, que hacen uso de una parte de las técnicas hipnóticas mezclándolas con trucos, la hipnosis ha estado presente desde siempre en las Universidades de Medicina y en muchos Hospitales y Clínicas de todo el Mundo.
Lejos de ser un estado donde el sujeto pierde el conocimiento es, por el contrario, un estado de focalización de la atención consciente con una disociación momentánea que permite acceder a habilidades inconscientes, aunque éstas sean consideradas habitualmente inaccesibles. Por lo tanto durante el estado hipnótico no se pierde la conciencia, la persona no está a merced del hipnólogo
La hipnosis es un estado de focalización de la atención consciente con una disociación momentánea que permite acceder a habilidades inconscientes aunque éstas sean consideradas habitualmente inaccesibles.
Es un estado agradable durante el cual quedan en suspenso las dudas y los temores, es de una gran relajación corporal y muscular favoreciendo un pensamiento activo y creativo a la vez que permite, como ha sido demostrado con estudios científicos, el acceso a funciones habitualmente relegadas al parasimpático o al inconsciente, tales como:
– Capacidad de controlar la sensación Dolorosa.
– Capacidad de producir Hemostasis.
– Capacidad de producir Distensión y Relajación.
– Mejoría de las funciones del Sistema Inmune.
– Gran eficacia para combatir el estado Depresivo.
– Capacidad de paliar efectos secundarios de algunas medicaciones.
– Capacidad de acceder a una parte del inconsciente para producir la sanación.