El papel del hígado en el organismo no se puede menospreciar. Se estima que realiza unas 600 funciones diferentes, siendo la desintoxicación de sustancias tóxicas una de las más importantes. Los chinos comparan al hígado con un general del ejército, ya que distribuye armas y provisiones dónde y cuándo se necesitan.
La mayoría de las personas tienen los tubos biliares obstruidos por numerosos cálculos que dificultan la circulación de la bilis. Las piedras son un refugio para virus, bacterias y parásitos, donde el sistema inmunológico no los detecta, lo que constituye un foco constante de infección para el organismo. Por otro lado, los cálculos biliares impiden que el hígado realice las labores de desintoxicación que le son propias. Toxinas y restos de alimentos sin metabolizar pasan al torrente sanguíneo, que los distribuye por todo el cuerpo, lo que a la larga origina toda clase de patologías. La medicina convencional sólo reconoce la existencia de cálculos en la vesícula, no en el hígado. Esto se debe a que los cálculos hepáticos, al no estar calcificados como los de la vesícula (su base son lípidos, principalmente colesterol), suelen tener la misma densidad que nuestros tejidos, por lo que no son visibles en ultrasonidos, resonancias magnéticas o rayos X.
Con la limpieza hepática también se eliminan las piedras de la vesícula y se mejora la digestión, base de una buena salud.
También desaparecen las alergias e incluso el dolor de hombro, brazo y parte superior de la espalda (puede ser necesario expulsar de 1.000 a 2.000 piedras en varias limpiezas para que los dolores desaparezcan totalmente).
Mucha gente consigue perder peso gracias a la limpieza hepática.
En determinadas patologías se tarda hasta dos años en limpiar completamente el hígado. La pérdida de cabello en la parte central del cráneo se debe en muchas ocasiones a un hígado excesivamente ‘sucio’. Se recomienda varias limpiezas hepáticas para frenar la pérdida de cabello.
Se recomienda realizar la limpieza de hígado después de hacer una limpieza de riñón.
También se tiene que hacer, antes, una desparasitación (1 vez a la semana) durante al menos 3 semanas. De no hacerlo en este orden, no se expulsan muchas piedras y si el hígado contiene parásitos vivos, además, se pueden sentir molestias. Esta limpieza la pueden realizar personas a las que se ha extirpado la Vesícula. Paquete para la limpieza:
- Sales de Epsom
- Ácido málico
- Ornitina
Las de sales de Epsom duran para 2 limpiezas hepáticas. Son sales de magnesio (sulfato de magnesio). El magnesio dilata los conductos del hígado, por lo que las piedras salen sin ninguna molestia. Relajan el hígado y el intestino, lo que produce diarrea. Las sales de Epsom también se pueden utilizar en caso de estreñimiento. En caso de calambres musculares, pequeñas torceduras y cardenales realizar baños de sales de Epsom. Los baños de sales de Epsom también son buenos para expulsar a través de la piel sustancias tóxicas.
En cada limpieza se toman de 4 a 8 cápsulas de Ornitina, por lo que un bote sirve para 12 – 25 limpiezas. Los suplementos de Ornitina ayudan, también, a conciliar el sueño lo que nos evitará pasar noches en vela. Además de ser relajante, ayuda a eliminar el amoníaco que producen los parásitos al morir, especialmente tóxico para el cerebro y que puede impedir el sueño. La Ornitina, además es parte del protocolo de desparasitación y protege al hígado del daño que provocan los medicamentos y sustancias químicas, a la vez que estimula su regeneración. Fortalece el sistema inmunológico estimulando la producción de glóbulos blancos más activos y efectivos. Contribuye a la quelación (eliminación) de metales pesados. Parásitos, bacterias y virus encuentran refugio en las piedras del hígado, donde el sistema inmunológico no puede destruirlos, lo que constituye una fuente constante de reinfección.
En la limpieza hepática se utiliza aceite y zumo de pomelo o limón. El aceite estimula la vesícula biliar provocando su vaciado. La presión de la bilis liberada ayuda a expulsar las piedras. También es aconsejable beber más agua de lo normal durante la limpieza tanto renal como hepática para eliminar las bacterias que se liberan y minimizar los síntomas de desintoxicación que ocurren cuando el cuerpo de está depurando.
Como se va al baño con frecuencia es mejor hacer la limpieza en fin de semana cuando se puede permanecer en casa (la limpieza dura 21 horas).
En cada limpieza se limpia únicamente una zona del hígado, por ello la primera vez hay que repetir la limpieza varias veces (cada 3 semanas) hasta que se dejen de expulsar piedras.
Posteriormente sólo será necesario realizar un par de limpiezas al año como mantenimiento.
Las piedras flotan en el líquido de las deposiciones. La mayoría son de color verde por la bilis. Los tamaños varían según las personas, siendo el tamaño medio el de un guisante. Aunque es recomendable que todo el mundo realice periódicamente limpiezas de hígado, resulta especialmente importante en las siguientes patologías:
- Cáncer
- Candidiasis
- Depresión
- Parkinson
- Cefaleas
- Tinitus
- Sida
- Alopecia
- Gota
- Esclerosis Múltiple y Lateral
- Fibromialgia
- Alzheimer
- Epilepsia
- Arterioesclerosis
- Glaucoma
- Arritmias
- Reflujo gastroesofágico
- Ovarios Poliquísticos
- Cirrosis
- Manchas obscuras edad
- Endometriosis
- Artritis y Reumatismo
- Dermatitis – Eccema – Psoriasis
- Lupus Eritematoso
- Diabetes
- Hipertensión
- Varices
- Acné y Rosacea
- Cistitis
- Síndrome Premenstrual y Síntomas de Menopausia
- Esterilidad masculina y femenina
Tanto las úlceras estomacales como la hinchazón intestinal y los gases no se pueden curar de forma permanente si no se eliminan las piedras del hígado. Tener también en cuenta que parásitos como el ascaris pueden producir síntomas de úlcera péptica.
Dado que la quimioterapia es especialmente nociva para el hígado, las limpiezas hepáticas son muy aconsejables en personas que se hayan sometido o se estén tratando con quimioterapia.
Hígado Graso.
La medicina convencional no tiene cura para esta patología. Sin embargo, el restablecimiento es total tras realizar numerosas limpiezas hepáticas a fin de eliminar las piedras de colesterol que forman el hígado graso.
Un hígado graso puede almacenar hasta 20.000 piedras antes de dejar de funcionar. Suplementar con ácido tiótico (lipoico) para regenerar el tejido hepático.
En caso de patologías hepática evitar totalmente la fructosa (azúcar de la fruta).
Las personas con grandes cantidades de piedras de colesterol en el hígado sufren el riesgo de desarrollar cirrosis hepática, anemia de células falciformes y otras enfermedades sanguíneas.
Limpieza hepática y de la vesícula es aconsejable en personas enfermas o con baja inmunidad. Por precaución no realizar limpiezas durante el embarazo o lactancia.
Después de la limpieza renal y hepática es recomendable realizar una limpieza intestinal
:
- Sales de Epsom 4 cucharadas soperas disueltas en 3/4 de litro de agua
- Aceite de oliva, prensado en frío 125 cc. (1/3 de vaso)
- Zumo fresco de pomelo o la combinación de zumo de limón y naranja, también fresco. Es suficiente exprimir el zumo para 2/3 de vaso
- Zumo de manzana o cápsulas de ácido málico
Beber 1 litro al día de zumo de manzana embotellado durante un período de 6 días, (o 3 cápsulas de ácido málico diarias). El ácido málico del zumo de manzana suaviza los cálculos biliares y hace que su paso a través de los conductos biliares sea fácil. Algunas personas sensibles pueden experimentar hinchamiento y ocasionalmente diarrea durante los primeros días. La mayor parte de la diarrea es en realidad bilis estancada, liberada por el hígado y la vesícula (indicado por un color marronoso amarillento). El efecto de fermentación del zumo ayuda a ensanchar los conductos biliares. Si de alguna manera esto resulta incomodo, se puede mezclar el zumo de manzana con agua.
Beber el zumo de manzana poco a poco durante el día, entre comidas. Evitar beber el zumo durante, justo antes y dos horas después de las comidas, así como por la noche. Esto además de la toma diaria de agua.
Dieta: Durante la semana entera de preparación y limpieza, evita tomar comidas o bebidas frías: enfrían el hígado y como consecuencia reducen la efectividad de la limpieza. Toda la comida o bebida debe ser templada o al menos a temperatura ambiente. Para ayudar a que el hígado haga la purga principal, trata de evitar comida de origen animal, productos lácteos y fritos. Aparte de esto, hacer las comidas normales evitando llenarse.
El mejor momento para hacer la limpieza: La parte principal y final de la limpieza de hígado es mejor que caiga en fin de semana, cuando no estamos bajo ninguna presión y disponemos de tiempo suficiente para descansar. Aunque la limpieza es efectiva en cualquier momento del mes, es preferible que coincida con luna llena y luna nueva. El período de 6 días de preparación se podría empezar 5-6 días antes de la luna llena.
Si se toma algún tipo de medicación: Mientras dure la limpieza de hígado evita tomar cualquier medicación, vitaminas o suplementos que no sean absolutamente necesarios. Es importante no dar trabajo extra al hígado que pueda interferir con el esfuerzo de limpieza. Asegurarse de limpiar el colon antes y después de hacer una limpieza de hígado. Ir de vientre con regularidad no es necesariamente una indicación de que el intestino no está obstruido. La limpieza de colon, debe ser hecha unos días antes o preferiblemente, el sexto día de preparación. Esto ayuda a evitar o minimizar cualquier malestar o náusea que pueda surgir durante la purga de hígado y previene el retorno de la mezcla de aceite o de desechos del tracto intestinal. Además, ayuda a que el cuerpo acelere la eliminación de las piedras. La Irrigación de Colon (Hidroterapia de Colon) es el método más fácil y rápido para preparar el colon para la limpieza del hígado.
Qué hacer al 6° día de beber zumo de manzana: Si por la mañana se tiene hambre, tomar un desayuno ligero, como por ejemplo cereales con leche descremada templada. La avena es la elección ideal. Evita el azúcar y demás edulcorantes, especias, leche entera, mantequilla, aceites, yogur, queso, jamón, huevos, frutos secos, repostería, cereales en frío, etc. Se pueden tomar frutas o zumos de fruta.
Para la comida, tomar vegetales sencillos hervidos o al vapor con arroz blanco (preferentemente Basmati) y aliñarlos con un poco de sal de roca o sal de mar sin refinar. No comer ninguna proteína, mantequilla o aceite, o se corre el riesgo de sufrir malestar durante la limpieza real.
No comer ni beber nada (excepto agua) después de las 14:00 h., de otro modo puede que no saquemos ninguna piedra.
Purga propiamente dicha (6° día de zumo de manzana):
18:00 h: Añadir cuatro cucharadas de sales de Epsom (sulfato de magnesio) a un total de 3/4 de litro de agua filtrada en un recipiente que se pueda cerrar. Esta es la medida para 4 tomas.
Para deshacernos del sabor amargo de la boca puedemos tomar unos pocos sorbos de agua o añadir un poco de zumo de limón al preparado para mejorar el sabor. Algunas personas lo beben con una paja para impedir que el líquido toque la lengua y evitar el mal sabor en lo posible. También puede ser de ayuda cepillarse los dientes o enjuagarse la boca con bicarbonato de sodio. Una de las principales acciones de las sales de Epsom es dilatar (ensanchar) los conductos hepáticos, haciendo más fácil que las piedras pasen. Es más, hace salir desperdicios que pueden obstruir la salida de las piedras.
Si se es alérgico a las sales Epsom, en su lugar puedemos usar citrato de magnesio en las mismas dosis.
20:00h: Beber la segunda toma (3/4 de vaso) de sales Epson.
21:30 h: Si hasta ahora no se ha hecho ninguna evacuación y tampoco se ha hecho ninguna limpieza de colon en las últimas 24 horas, hacerse un enema. Esto provocará una serie de evacuaciones.
21:45 h: Lavar meticulosamente los pomelos (o limones y naranjas). Exprimirlos a mano y quitar la pulpa. Se Necesitan 3/4 de vaso de zumo. Vertir el zumo y 3/4 de vaso de aceite de oliva en una jarra que se pueda cerrar bien para agitarla con fuerza unas 20 veces o hasta que la solución esté acuosa. Lo ideal sería tomar esta mezcla a las 22:00 h., pero si hay necesidad de visitar el baño alguna vez más, se puede retrasar este paso 10 minutos.
22:00 h: Colocarse de pié al lado de la cama (no sentado) y beber el preparado, si es posible directamente. Si es necesario tomar un poco de miel entre sorbos, ayudará a tragar la mezcla. No tardar más de 5 minutos en beberlo, sólo las personas mayores o débiles pueden tomarse más tiempo.
Acostarse enseguida. Esto es esencial para ayudar a liberar los cálculos biliares. Cerrar las luces y mantenerse tendido de cúbito supino con 1-2 almohadas debajo de la cabeza. La cabeza debe estar más alta que el abdomen. Si esta posición resulta incómoda, acostarse sobre el lado derecho, con las rodillas empujando hacia la cabeza. Mantenerse acostado, al menos, 20 minutos y tratar de no hablar.
Poner la atención en el hígado. Puede que incluso sintamos que las piedras viajan a lo largo de los conductos biliares. No sentiremos ningún dolor, ya que la bilis excretada junto con las piedras, mantiene los conductos biliares bien lubrificados (esto es muy distinto a un cólico de vesícula, donde el magnesio y la bilis no están presentes). Dormir un poco si podemos.
Si durante la noche sentimos necesidad de evacuar, no pasa nada. Comprobar si ya hay pequeños cálculos (guisantes verdes o de color oscuro) flotando en la taza.
Puede que sintamos náuseas durante la noche y/o en las primeras horas de la mañana. Esto es principalmente debido a la fuerte emanación de cálculos y tóxicos desde el hígado y la vesícula, empujando el brebaje de aceite de nuevo hacia el estómago. Las náuseas pasarán a medida que avance la mañana.
A la Mañana Siguiente:
6:00—6:30 h: Al despertarnos, pero no antes de las 6:00 h., beber el tercer vaso de 3/4 de sales de Epson. Si se tiene mucha sed, beber un vaso de agua templada antes de tomar las sales.
Descansar, leer o meditar. Si se tiene mucho sueño podemos volver a la cama, aunque es mejor que el cuerpo esté en posición erguida. La mayoría de las personas se encuentran perfectamente y prefieren hacer algún tipo de ejercicio ligero como el Yoga.
8:00-8:30 h: Tomar el 4° y ultimo vaso de 3/4 de sales de Epson.
Ahora podemos tomar un zumo de fruta fresca prensada.
Una hora y media más tarde podemos comer una o dos piezas de fruta fresca. Otra hora más tarde podemos comer algo ligero, ligero.
Al anochecer o a la mañana siguiente deberíamos volver a la normalidad y sentir los primeros signos de mejoría.
Continuar haciendo comidas ligeras durante los siguientes días. Nuestro hígado y vesícula han pasado por una cirugía mayor, si bien es cierto que sin efectos dañinos.
Posibles resultados: Durante la mañana y quizás horas de la tarde después de la limpieza, habrá varias evacuaciones acuosas. Inicialmente consisten en cálculos mezclados con residuos de comida y después sólo piedras mezcladas con agua. La mayoría de los cálculos son guisantes verdes y flotan en la taza debido a que contienen componentes de bilis. Las piedras son de diferentes tonos de verde y pueden ser brillantes y relucientes como gemas. Sólo la bilis del hígado es la causa del color verde.
Los cálculos pueden ser de todas las medidas, colores y formas. Las piedras de colores más claros son las más recientemente formadas, mientras que las más oscuras son las más viejas. Algunas son del tamaño de un guisante o más pequeñas, y otras son tan grandes como dos o tres centímetros de diámetro. Puede haber docenas y algunas veces incluso cientos de piedras (de diferentes tonos y tamaños) a la vez.
Estar atento también con las piedras de tonalidades oscuras y las blancas. Algunas de las oscuras o blancas más grandes pueden haberse hundido al fondo de la taza. Estos son cálculos calcificados que han sido liberadas de la vesícula y contienen sustancias de toxicidad alta con sólo pequeñas cantidades de colesterol. Todas las piedras verdes y amarillentas son blandas como la masilla gracias a la acción del zumo de manzana. También puede que se forme una capa como de espuma flotando en la taza. La espuma consiste en millones de diminutos cristales blancos de bordes afilados que pueden romper fácilmente los pequeños conductos biliares. Son igualmente importantes de liberar.
Para curar la bursitis permanentemente, el dolor de espalda, alergias y otros problemas de salud, y para prevenir la aparición de enfermedades, necesitamos eliminar todas las piedras. Esto puede requerir al menos 6 limpiezas, las cuales puedemos hacer una vez al mes (no con más frecuencia). Una vez hemos empezado a limpiar el hígado, es conveniente continuar haciendo limpiezas hasta que no salga ninguna piedra. De lo contrario, puede ser de mayor perjuicio que no haber hecho ninguna.
El hígado empezará a funcionar más eficientemente después de la primera limpieza y podremos notar mejoras pronto, algunas veces al cabo de pocas horas. Los dolores disminuyen, se incrementa la energía y la claridad mental mejora considerablemente. Sin embargo, en unos pocos días, las piedras procedentes de la parte posterior del hígado se moverán hacia delante, hacia los dos principales conductos biliares existentes en el hígado, lo que puede ocasionar que alguno de los síntomas previos de malestar, vuelva a aparecer. Todo esto indica que todavía han quedado piedras atrás, preparadas para salir el la próxima limpieza. No obstante, la reparación del hígado y las reacciones a la limpieza habrán incrementado significativamente, añadiendo una gran cantidad de eficiencia a este tan importante órgano del cuerpo. Mientras hayan todavía pequeñas piedras moviéndose desde los miles de pequeños conductos biliares hacia los centenares de conductos biliares más grandes, estas pueden combinarse para formar mayores piedras y producir los síntomas ya experimentados con anterioridad, tales como dolor de espalda, de cabeza, de oído, problemas digestivos, hinchamiento, irritabilidad, hambre, etc., aunque serán menos severos de lo que fueron antes. Si una nueva limpieza ya no produce ninguna piedra, podemos considerar que el hígado está en excelentes condiciones. Aún así, se recomienda, repetir la limpieza cada seis meses después de eliminar todas las piedras, cálculo o cristales. Cada limpieza dará un estímulo al hígado y cuidará de que ninguna toxina se acumule mientras tanto.
Nota: Nunca hacer una limpieza cuando estemos sufriendo una enfermedad aguda, aunque sólo se trate de un simple resfriado. Si es una enfermedad crónica, sin embargo, limpiar el hígado es la mejor cosa que podemos hacer.
Lee con suma atención:
- La limpieza del hígado es uno de los métodos más valiosos para devolver la propia salud. No existen riesgos si se siguen todas y cada una de las directrices de esta pauta. Por favor, tomarse las instrucciones muy seriamente. Así no habrá complicaciones innecesarias.
- Es probable que en su recorrido algunos cálculos queden retenidos en el colon, éstos pueden ser rápidamente eliminados mediante una hidroterapia de colon. Esto debería ser hecho el 2° o 3er día después de la purga. Si los cálculos quedan en el colon, pueden causar irritación, infección, dolores de cabeza y molestias abdominales, problemas de tiroides, etc. Estas piedras pueden finalmente convertirse en una fuente de toxemias para el cuerpo. Si la hidroterapia de colon no está a nuestro alcance, podemos hacernos un enema de café seguido de un enema de agua. Esto, no obstante, no garantiza que todas las piedras que quedaban hayan sido expulsadas. En realidad no existe sustituto para la hidroterapia de colon, aunque un enema de “colema-board”, es lo más cercano a una hidroterapia de colon profesional. También podemos hacer una mezcla de una cucharada de postre rasa de sales de Epson con un vaso de agua templada y beberlo en ayunas a la mañana siguiente de haber hecho la purga de hígado.
Sobre la importancia de la limpieza del colon y renal: Aunque la limpieza de hígado por si misma puede producir espléndidos resultados, lo ideal sería hacerla después de una limpieza de colon y de riñones, en este orden. Limpiar el colon, asegura que los cálculos biliares expelidos serán fácilmente evacuados del intestino largo, mientras que la limpieza renal asegurará que las toxinas que salen del hígado durante la limpieza de hígado no supondrán ninguna carga para estos órganos de eliminación vitales. Aunque si nunca has tenido problemas de riñón, piedras en los riñones, infección de vesícula, etc., puedes ir direct@ a la secuencia de limpieza de colon -> limpieza de hígado -> limpieza de colon. Pero asegúrate de limpiar los riñones más adelante. Definitivamente, deberás hacer una limpieza de riñones algún tiempo después de las primeras 2-3 limpiezas de hígado, y de nuevo más adelante cuando tu hígado esté completamente limpio (ver limpieza de riñón en capítulo5). 0 también, puedes tomar una taza de infusión para riñones (ver limpieza de riñón rec4ce) durante 2-3 días después de cada limpieza de hígado. Sigue las mismas instrucciones que las dadas para la limpieza principal de riñones. Las personas cuyo colon esté severamente congestionado, o aquellas que tienen un historial con resfriados, deberían considerar hacer al menos 2-3 limpiezas de colon antes de su primera limpieza de hígado. Y enfatizando aún, es muy importante que limpies tu colon en dentro de los 3 días después de que hayas completado cada limpieza de hígado. La extracción de piedras del hígado y de la vesícula puede dejar alguna de las piedras u otros residuos tóxicos depositados en el colon. Es de suma importancia para tu salud, sacarlas fuera por completo.
La Purga de Hígado no ha dado los resultados esperados: Algunas veces, aunque pocas, la limpieza de hígado no produce los resultados esperados. Las razones principales son las siguientes, así como los remedios para tales dificultades: 1. Es probable que los conductos biliares de tu hígado tengan una severa congestión debido a que las piedras tienen una estructura muy densa, lo cual ha impedido que el zumo de manzana las suavizara suficientemente durante el primer intento de limpieza. En algunas personas puede tardar hasta 2-3 limpiezas antes de que las piedras empiecen a salir. Chanca Piedra, también conocida como rompepiedras, puede ayudar a preparar tu hígado y vesícula para una más eficiente salida de piedras, especialmente si son piedras calcificadas en la vesícula. Toma 20 gotas de extracto de Rompepiedras en un vaso de agua, tres veces al da durante al menos las 2-3 semanas anteriores a tu próxima limpieza. Cualquier reacción desagradable durante la limpieza suele desaparecer pasados entre 3 y 6 días. Sin embargo pueden ser minimizadas siguiendo el método de limpieza de usar agua caliente ionizada, y sobre todo manteniendo limpio el colon. 2. Puede que no hayas seguido las instrucciones correctamente. Dejando de hacer alguno de los pasos del procedimiento o alterando las dosificaciones u horario de los mismos, puede influir en que no obtengas plenos resultados. En algunas personas, la purga no funciona a menos que primero se haya hecho una limpieza del intestino largo. La descarga de residuos y gases sofoca la secreción adecuada de bilis y previene que la mezcla de aceite se traslade fácilmente a través del tracto gastrointestinal. El mejor momento para una hidroterapia de colon o un método alternativo es el mismo día de la purga real del hígado. Dolor de Cabeza o Náuseas durante los días siguientes a la Limpieza de Hígado En la mayoría de casos esto ocurre cuando no se han seguido bien las directrices (ver sección anterior). Sin embargo, en algunas raras ocasiones, las piedras pueden continuar saliendo del hígado después de haber completado la purga. Las toxinas liberadas por estas piedras pueden penetrar en el sistema circulatorio y causar molestias. En tales casos, puede ser necesario beber 150 ml. de zumo de manzana durante 7 días consecutivos después de finalizada a purga, o mientras dure el malestar. Asegúrate de beber el zumo de manzana al menos 1/2 hora antes del desayuno. Además puede ser necesario repetir la limpieza de colon para asegurar la eliminación de cualquier piedra que pueda haberse liberado con retardo. El “tissue-cieansing method” (agua ionizada) también ayuda a eliminar las toxinas en circulación. Si colocas una pequeña porción de jengibre fresco dentro del termo, el agua ionizada rápidamente hará desaparecer las náuseas.
Te sientes Enferm@ durante la Limpieza: Si has seguido bien todo el procedimiento y aún así te sientes enferm@ durante la purga real, no te alarmes pensando que algo marcha mal. Aunque raramente, a veces ocurre que una persona puede vomitar o sentir náuseas durante la noche. Esto es debido a que la vesícula biliar expulso bilis y piedras con tal fuerza que empuja el aceite de nuevo hacia el estómago. Cuando el aceite entra de nuevo en el estómago, sientes náuseas. En ese momento, puede que sientas la expulsión de piedras. No será un dolor agudo, sólo una ligera contracción.
Alimentos Adecuados
Cereales integrales: aportan hidratos de carbono complejos y vitaminas del grupo B, elementos necesarios para el buen funcionamiento del hígado. Además, los H. C. que contiene constituyen el nutriente que con mayor facilidad metabolizará un hígado enfermo.
Frutas: son ricas en azúcares de fácil asimilación y vitaminas antioxidantes que favorecen el funcionamiento hepático y evitan la retención de líquidos.
Verduras: siempre que sea posible se deben tomar crudas o cocinadas con poca sal. Aportan potasio y otros minerales necesarios en caso de trastornos hepáticos. Además, aportan folatos necesarios para el metabolismo hepático.
Uvas: además de aportar azúcares naturales y vitaminas antioxidantes activan la función desintoxicadora del hígado y estimulan la producción de bilis. Asimismo, facilitan el retorno de la sangre del aparato digestivo al hígado con lo que disminuye la hipertensión Portal que suele producirse como consecuencia de la cirrosis.
Manzanas: facilita el vaciamiento de la bilis y la descongestión hepática. Y poseen abundante fibra.
Ciruelas: evitan el estreñimiento y favorecen la eliminación de desechos orgánicos. Son bajas en sodio, grasas y proteínas. Facilitan el trabajo hepático.
Cerezas: son antioxidantes y depurativas de la sangre lo que facilita el trabajo hepático.
Nísperos: contienen provitamina A y minerales. Son descongestionantes y pueden reducir el tamaño del hígado cuando éste es debido a un cúmulo de sangre (hepatomegalia congestiva).
Alcachofas: por su contenido en cinarina y otras sustancias potencian la función hepática, desintoxican y facilitan la eliminación de sustancias nocivas. Aumentan la secreción de bilis y mejoran su vaciamiento al intestino. Alivian el mal gusto de boca y las digestiones pesadas debidas al mal funcionamiento hepático.
Cardo: contiene también cinarina lo que estimula la producción de bilis, descongestiona el hígado y facilita su buen funcionamiento.
Cebollas: gracias a su aceite esencial sulfurado estimulan la función desintoxicadora del hígado.
Rábanos: su esencia sulfurada de sabor picante estimula la función hepática y aumentan la producción de bilis haciéndola mas fluida y facilitando su vaciamiento.
Lecitina: contiene colina, un factor vitamínico indispensable para el metabolismo hepático y para evitar que se deposite grasa en el hígado.
Aceite de oliva: en cantidades moderadas favorece el buen funcionamiento hepático.
Fresas: mejoran la circulación venosa del sistema Portal hepático y contribuyen a reducir la ascitis.
Achicoria, escarola y endivia: contienen una sustancia amarga que facilita el vaciamiento de la vesícula.
Consumir, si es posible, alimentos de origen biológico.
Consumir frutas como desayuno, almuerzo y/o sustituto de la cena.
Preparar los alimentos al vapor, hervidos o a la plancha usando utensilios de acero inoxidable
Eliminar el consumo de productos refinados, la carne roja y los productos lácteos y derivados.
Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, excitantes, etc.
Procurar no tomar alimentos fritos, congelados, precocinados, etc.
Tomar algún tipo de caldo depurativo diariamente y fuera de las comidas.
Tratar de reducir la cantidad de alimentos a ingerir.
Evitar las situaciones de estrés.
Mantener una higiene externa e interna adecuadas.
Realizar una actividad física acorde con sus necesidades.
Dormir un mínimo de horas para que el sueño sea reparador.
Beber agua filtrada o embotellada.
Respecto al estreñimiento, consumir mas alimentos que contengan fibras como frutas y verduras.
Si seguimos las indicaciones de arriba, deberían ayudarnos en ambas dolencias.
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